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Terapia
de pareja

“Una relación de pareja se construye”

Quizá has escuchado o leído esta frase por redes sociales alguna vez, y qué cierto es. Ojalá todo fuese coser y cantar, pero la verdad es que una relación sana de pareja requiere esfuerzo (que no sacrificio).

Es súper importante tener en cuenta que una pareja se constituye de dos personas (si no más), cada uno de su padre y de su madre, y cada uno con su historia.

Por eso, es totalmente natural que aparezcan conflictos, desacuerdos o roces de por sí. Si a todo esto se le suman la convivencia, la llegada de hijos a la relación, problemas familiares, mala racha laboral y/o económica, u otras
dificultades (individuales o de la pareja), pues ya tenemos el lío montado.

En general, es común que se generen situaciones un tanto complicadas o tensas, en las que serán imprescindibles distintos “ingredientes” para salir ilesos o, incluso, fortalecidos, como una comunicación eficaz, valores de igualdad y compromiso, una buena gestión de emociones, tolerancia y entendimiento entre otros. Muchas parejas consideran que el amor lo puede todo y no es así.

Como os he adelantado, no basta con quererse, hay que cultivar más cosas además del amor (que también) y siempre, siempre, de la mano, en equipo, y con mucho mimo. Si vuestra relación ha comenzado a apagarse, si habéis detectado ya varias señales como distanciamiento emocional, falta de motivación, aumento del nivel y frecuencia de las discusiones, infidelidades, celos... No esperéis más. Permitidme que os ayude a reconectar y volved a ser ese equipo que erais.